La terapia prenatal es una especialidad enfocada en preparar el cuerpo de la mujer embarazada para el parto, mejorando la función de los músculos pélvicos y reduciendo dolores relacionados con el embarazo. Se aplican ejercicios, masajes y técnicas de respiración para optimizar la postura, prevenir lesiones y facilitar un parto más cómodo.
La terapia post-parto ayuda a la recuperación del cuerpo tras el nacimiento del bebé, enfocándose en la rehabilitación de los músculos del suelo pélvico y la corrección postural. A través de ejercicios y técnicas de fisioterapia, se restablecen el control muscular y la función pélvica.
BENEFICIOS
- Mejora la tonificación del suelo pélvico.
- Reduce la incontinencia urinaria.
- Favorece la recuperación abdominal.
- Corrige la postura corporal.
- Alivia el dolor pélvico post-parto.
- Promueve la salud mental al reducir el estrés físico.
BENEFICIOS
- Mejora el control de esfínteres.
- Reduce la incontinencia urinaria.
- Disminuye el estreñimiento.
- Promueve la salud digestiva.
- Incrementa la autoestima.
- Facilita el desarrollo de hábitos saludables.
Esta terapia trata disfunciones del suelo pélvico en mujeres como incontinencia, dolor pélvico crónico o disfunciones sexuales. Se aplican ejercicios, técnicas de liberación miofascial y reeducación muscular para mejorar la función y aliviar síntomas.
BENEFICIOS
- Alivia el dolor pélvico crónico.
- Mejora la función sexual.
- Fortalece el suelo pélvico.
- Reduce la incontinencia.
- Mejora la calidad de vida diaria.
- Promueve el bienestar emocional.
La terapia pélvica para hombres aborda disfunciones como incontinencia urinaria, dolor pélvico o problemas de próstata. A través de ejercicios y tratamientos específicos, se fortalece el suelo pélvico, mejorando la función urinaria y sexual.
BENEFICIOS
- Reduce la incontinencia urinaria.
- Mejora la función sexual.
- Alivia el dolor pélvico crónico.
- Ayuda en la recuperación post-prostatectomía.
- Mejora el control muscular.
- Favorece el bienestar general.
Durante los procesos de cáncer, tanto el paciente como su familia se ven afectados. La vida cambia de la noche a la mañana y es complicado encontrar fuerzas para enfrentarse al proceso. Actualmente, la medicina ha avanzado a pasos gigantescos, proporcionándonos las herramientas necesarias para librar las batallas que vendrán.
Muchos de los síntomas que se presentan tras los procesos quirúrgicos para eliminar las tumoraciones, y los tratamientos como la yodoterapia, quimioterapia o radioterapia, pueden incluir sequedad en las mucosas genitales, dolor pélvico crónico, falta de libido, anorgasmia, incontinencia urinaria o fecal, y estreñimiento. Afortunadamente, contamos con herramientas útiles para mitigar estos síntomas.
La fisioterapia de suelo pélvico es una de estas herramientas. En el área de Fisio-Uroginecología, nos encargamos de disminuir la sequedad genital mediante la reeducación de la musculatura, devolviéndole la elasticidad y fuerza necesarias para limitar la aparición de síntomas más complejos.
Trabajamos en base a la neuromodulación, que nos ayuda a generar oxitocina para disminuir el dolor, y ejercicios dosificados que estimulan la producción de endorfina y elastina. Además, el fortalecimiento del suelo pélvico y las técnicas de liberación diafragmática contribuyen a mejorar síntomas como la debilidad y el ahogamiento.
Acompañamos este enfoque con fisioterapia respiratoria y fisioterapia oncológica, que ayudan a reducir los síntomas asociados a los procesos cancerígenos. Nuestro objetivo es ayudar al paciente a sobrellevar la sintomatología que pueda presentarse durante el proceso, mejorando su calidad de vida.
Por: MSc Paola Yaranga N.